APRENDIZAJE MOVIL Y LA EDUCACIÓN SOCIAL

Las tecnologías de la información y el conocimiento han llegado a convertirse, en nuestra sociedad actual, en decisivos agentes de transformación social. El educador social debe ser consciente de la importancia y potencialidad de estas tecnologías en el ejercicio de sus compentecias profesionales como futuro experto en la intervención y gestión socioeducactiva y cultrural de los diversos colectivos objetos de sus acciones.

Los recursos móviles ofrecen recursos y aplicaciones en las gestión, intervención, e investigación e innovación en el campo socioeducativo y cultural, especialmente.

También existen algunos peligros y amenazas derivados de un uso disfuncional de estos recursos, en el que el educador social debe ejercer un papel de mediador en la prevención o el tratamiento socioeducativo.

La utilización de dispositivos electrónicos móviles en el campo educativo ha dado lugar a un nuevo paradigma educativo: el mobile learning o aprendizaje móvil. Podemos considerar móviles a dispositivos electrónicos como un reproductor de MP3, una PDA, un smarthphone, un iPod, un Notebook, un Tablet PC o un teléfono móvil.

La principal característica de esta forma de aprendizaje es la ubicuidad, es decir, que nos permiten aprender en cualquier momento y lugar. Facilitan el aprendizaje colaborativo, la comunicación educativa de forma sincrónica o asincrónica, favorecen el aprendizaje centrado en el alumno, y el enriquecimiento de las experiencias educativas mediante elementos multimedia, entre otras ventajas.

La teoría del mobile learning tiene dos conceptos centrales que giran el torno al estudiante: movilidad y contexto de aprendizaje. Consideran que lo importante no es la tecnología, sino el concepto de movilidad: física, tecnológica y social.

Un reciente estudio (Kukulska-Hulme 2009) propone cinco contextos de aplicación: escuelas, universidades, entornos laborales, museos y contextos de aprendizaje formal.

Entre las ventajas del Mobile Learning se pueden considerar como más importantes que:

. Permite extender el aprendizaje más allá de las limitaciones físicas de un aula o un ordenador de sobremesa.

. Permite el aprendizaje en cualquier momento o lugar.

. Puede mejorar la interacción didáctica de forma sincrónica o asíncrona.

. Potencia el aprendizaje centrado en el alumno.

. Permite la personalización del aprendizaje.

. Favorece la comunicación entre el alumnado y las instituciones educativas.

. Favorece el aprendizaje colaborativo.

. Ofrece flexibilidad espacial y temporal.

En cuanto a las aplicaciones de la telefonía móvil en el ámbito de la educación social, tal y como señala Fernández (2007, pág. 3) “Cada vez es mayor el uso de las TIC para la inclusión social de colectivos en riesgo de exclusión social y laboral a través de programas promovidos por las administraciones públicas y gestionados la mayoría de las veces por organizaciones no gubernamentales de acción social.”

El uso de la telefonía móvil en la ayuda educativa y social de atención a las personas y colectivos, lo dividiremos en tres apartados de especial interés:

• Rompiendo la brecha digital intergeneracional: Los jóvenes están marcando, cada vez más, una mayor distancia con los adultos con respecto al conocimiento e integración, en el día a día, de las tecnologías de la información y el conocimiento, incluidas las tecnologías móviles. Este distanciamiento entre generaciones puede llegar a dar lugar a desigualdades sociales. El educador social debe ser conciente de esta situación y contribuir a reducir esta brecha digital intergeneracional mediante la propuesta de proyectos o programas de acción formativa, aprovechando incluso, la colaboración entre jóvenes y no tan jóvenes en beneficio mutuo.

• El teléfono móvil, una oportunidad para el desarrollo: El teléfono móvil es la tecnología con la mayor tasa de penetración y de crecimiento en los últimos años, considerándosele como una oportunidad para el desarrollo y mejora de la calidad de vida al contribuir a reducir la pobreza y la marginación. El teléfono móvil se ha convertido en un servicio básico, en una necesidad irrenunciable incluso entre los más desfavorecidos ya que facilita las relaciones sociales familiares y comerciales; ofrece seguridad ante desastres naturales; facilita el acceso a servicios de consulta sanitaria; evita grandes desplazamientos; permite el acceso a servicios bancarios; permite campañas informativas sobre salud, ofrece oportunidades de empleo mediante ofertas a través de los mensajes de texto o SMS.
  

• Ayuda a sectores marginales de nuestra sociedad: El teléfono móvil está teniendo un gran impacto en nuestras relaciones sociales y puede resultar útil para mantener contacto con grupos que requieran de una ayuda social. Por ejemplo, en Estados Unidos, el gobierno federal ha empezado a repartir teléfonos móviles gratuitos con más de una hora mensual de conversación entre los indigentes con el fin de ofrecer un servicio social para fines como localización de albergues, baños públicos, servicios sanitarios, servicios de urgencia…

Nuestros mayores también se sienten afectados por la brecha digital, por ello diversas compañías telefónicas conscientes de este nicho comercial, han lanzado al mercado terminales móviles que facilitan la ayuda mediante teclas de mayores dimensiones, botones de contacto directo con emergencias o familiares, conversión de mensajes de voz a texto…